"Todas las reformas felices se parecen entre sí pero cada reforma infeliz, lo es a su manera". Si hemos parafraseado a Tolstoi, es porque sabemos, y ustedes también, que la reforma de una casa se sabe cuando empieza, pero nunca cómo se desarrollará, ni cuando acabará, y mucho menos aún si lo hará en fecha. Cuando ese momento llega, el de colocar la ropa en los armarios, la cubertería en los cajones, y recibir el sofá y la cama, provoca en nosotros una felicidad comparable a… nada. Este dulce mom